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El arrendamiento puro es un esquema en el cual las personas físicas con actividad empresarial y las empresas pueden adquirir diferentes tipos de activos productivos sin la necesidad de comprarlos. Esta estructura simplifica la obtención de bienes que ayuden en su crecimiento mediante el pago de una renta durante plazos mensuales por un periodo de tiempo acordado al inicio.   Básicamente, las empresas pueden tener bienes productivos que, cuya renta es deducible de impuestos y ayudarán a resolver los problemas de operación sin gastar de más en la adquisición y disminuir lo que se destina al mantenimiento.   Esto desencadena en la segunda ventaja. Al tener un esquema de arrendamiento puro bien diseñado, las empresas pueden hacer grandes inversiones en activos cada cierto tiempo, manteniendo el flujo de efectivo estable pues se evita una descapitalización y genera una mejor administración de flujo de efectivo.   Lo que revela la tercera ventaja. Las empresas han encontrado en los esquemas de arrendamiento puro una posibilidad flexible de siempre contar con equipo nuevo o renovarlo cada cierto tiempo, ya que al final del acuerdo se ofrece la alternativa de devolver los activos, comprarlos a un valor de mercado o re arrendarlos.   ¿Cómo beneficia el arrendamiento puro a las empresas?   Se contempla para este ejemplo una empresa que requiere de vehículos para las entregas de los productos. La compañía sabe que debe hacer la inversión que supone la adquisición de los vehículos y considera la posibilidad de hacerlo a través de un esquema de arrendamiento puro.   La empresa tiene la certeza de que contar con los vehículos representa una ventaja competitiva al ofrecer sus servicios, por lo que la inversión está garantizada y adquiere 10 vehículos en un plan de arrendamiento puro a un plazo de 48 meses y pagará por cada vehículo 2,000 pesos mensuales.   Cada mes, la empresa podrá hacer deducibles 20,000 pesos (valor de la renta mensual) y podrá hacer las entregas de sus productos. La empresa no se descapitaliza por hacer la inversión inicial de los vehículos, por lo que puede hacer más con ese dinero que queda libre.   Al finalizar los 48 meses, la empresa ahorró una importante suma de dinero al evitar las pérdidas por depreciación y decidió devolver los vehículos y solicitar ahora un nuevo arrendamiento puro, pero esta vez rentarán vehículos eléctricos que no gastan combustible.   Mientras tanto, en ese periodo la empresa creció por el aumento de entregas, utilizó parte del efectivo que dejó libre por el financiamiento de vehículos para la renta de un local más grande (oportunidad de destinar capital de trabajo de la empresa en otros rubros).   Los beneficios fiscales, administrativos y operativos del arrendamiento puro, pueden tener un impacto muy positivo para el desarrollo futuro de la empresa, potenciando su crecimiento y aumentando su competitividad.